Donde hay montaña, no puede faltar el teleférico. El Valle de Aosta no es una excepción: los numerosos teleféricos de la región, en otros tiempos de gran utilidad para la actividad minera, funcionan como medio de subida para los esquiadores o como medio de transporte para llegar a localidades que no están bien comunicadas.

El teleférico que une Buisson (localidad situada en la carretera de Valtournenche) y Chamois permite llegar al único municipio en que no encontrará ni un sólo automóvil, no por limitaciones al tráfico, sino, sencillamente, porque no pueden llegar.

Otra experiencia sugerente es atravesar el Monte Bianco en teleférico. En verano partiendo de la localidad de Pontal d’Entrèves (en Cormayeur), se puede llegar a Chamonix, con un recorrido que quita el aliento: sólo unos minutos para salvar desniveles impresionantes.