La cadena del Monte Bianco cierra las vistas de Courmayeur como un anfiteatro natural y con los 4810 m de su cumbre es la cima más alta de Europa. La conquista alpinista de la cumbre del Monte Bianco tuvo lugar ya en 1786, pero sus paredes constituyen todavía hoy una de las metas más deseadas por alpinistas de todo el mundo.

Con su majestuosa mole, domina todos los municipios del fondo del valle, como La Salle, Morgex, Pré-Saint-Didier, y Courmayeur, que con La Thuile  forman el llamado "Valdigne". A los pies de la cadena se abren dos valles particularmente sugerentes: el Val Vény, que costea el glaciar de la Brenva y que se presenta con una entrada estrecha, salvaje y áspera para después transformarse en una amplia cuenca llana y el Val Ferret, que corre a lo largo de las Grandes Jorasses y tiene un aspecto dulce, panorámico y relajante.

En Pré-Saint-Didier se abre el valle de La Thuile, que llega hasta el Paso del Piccolo San Bernardo, la antigua Alpis Graia de los romanos, que constituía, desde tiempos remotos, el pasaje privilegiado hacia allende los Alpes y en particular hacia las Galias. El Paso conserva aún las huellas de su antigua historia y representa una agradable y válida alternativa al Túnel del Monte Bianco para llegar a Francia durante la estación estival.