Ha sido definido como "el más noble promontorio de Europa". Se lo considera la montaña por excelencia. Cuando nos hallamos ante la imagen del Cervino y admiramos sus rocas, enseguida resulta evidente que la forma de esta montaña evoca la imagen mental que nos hemos hecho desde niños de lo que es una montaña, una imagen que en parte conservamos aún ahora.

Si nos pidieran que dibujásemos una montaña, casi todos dibujaríamos una pirámide perfecta con una base maciza sólidamente afirmada en el suelo, con una cima que sube directamente al cielo. Así es el Cervino: Con su pronunciada forma piramidal, se levanta aislado del resto de la cadena montañosa a la que pertenece y domina majestuoso las poblaciones de Breuil-Cervinia en Italia y de Zermatt en Suiza.

El Cervino (4.478 metros) fue escalado por vez primera por la vertiente suiza el 14 de julio de 1865 por Edward Whymper (con otros compañeros de ascensión, cuatro de los cuales encontraron una trágica muerte durante la bajada) pocos días después, fue escalado por la vertiente italiana por una expedición italiana guiada por Jean-Antoine Carrel. Meta ideal de los esquiadores de todo el mundo, actualmente -y no podía ser de otra forma- constituye una de las más monumentales estaciones de esquí de toda Europa.