Los refugios
Hospitalidad en una intensa relación con la montaña
Los primeros refugios se crearon a finales del siglo XIX. La evolución del alpinismo exigía soluciones logísticas útiles para favorecer el acceso y la permanencia en las alturas. Los refugios siempre han ofrecido hospitalidad, calidez y descanso, cumpliendo asimismo importantes funciones de asistencia, información y socorro, en caso de necesidad.
Los refugios se diferencian por ubicación y tipología: algunos están hechos para alpinistas y caminantes expertos, mientras que otros son adecuados para familias o aficionados. A los refugios más accesibles, que son aquellos para excursionistas, se puede llegar por senderos o caminos de herradura o de finca tras una caminata de aproximadamente una hora y media.
Normalmente los refugios tienen habitaciones de varias camas (2 a 6). El saco de dormir no siempre es necesario, menos aún en los refugios para excursionistas. Los encargados suelen ofrecer media pensión, mantas, edredones y sacos sábana desechables. De todos modos, es recomendable llevar un saco sábana de algodón no desechable. Los encargados de los refugios son profesionales habilitados, conocen muy bien la montaña y pueden ayudarle a disfrutarla correctamente.
Los excursionistas también pueden aprovecharse de los vivaques, refugios desatendidos y con equipo mínimo.
Excursiones y trekking en el Valle de Aosta