Algunos itinerarios de raquetas de nieve

Enfilar la carretera que describe algunas curvas antes de llegar a Pointier: un poco antes, a la derecha, se encuentra el comienzo del sendero 8. Recorrerlo y adentrarse en el bosque de abetos; poco después, llegar a otra alzada para volver posteriormente de nuevo a la carretera, que hay que seguir, hacia la derecha, durante algunos cientos de metros hasta encontrar de nuevo el sendero. Ahora, remontar los prados nevados de Plan Taredaz hasta llegar a la casa rural Vorbé. Enfilar de nuevo la carretera nevada y realizar una amplia curva hacia la izquierda hasta llegar al pie de la cabaña Novella: aquí, girar a la derecha y remontar la pendiente nevada hasta llegar de nuevo a la carretera, en las inmediaciones de Parc. Después, continuar por la carretera que sigue la curva hacia la izquierda del relieve hasta llegar a Plan Débat y, poco después, la cruz de Nôtre Dame de la Neige.
Abandonar la carretera girando hacia la izquierda para remontar la hermosísima pendiente nevada manteniéndose a la derecha del impluvio hasta llegar a la Tsa de Champillon. Desde aquí ya se ve la meta. Remontar la divisoria por la cresta redondeada hasta llegar finalmente al refugio Champillon.

Tomar el itinerario 6, “Cañón de Menouve”, que discurre por la carretera transformada, y adentrarse en la pista Super Saint-Bernard, que lleva rápidamente al desvío para Quaye. Remontar la pista que atraviesa la parte baja del cañón de Menouve y entrar en un bosque de alerces que permite disfrutar de hermosas vistas del Mont Velan. Dejar atrás dos largas curvas y llegar al desvío que se dirige al Col de Champillon. Dejar atrás el desvío hacia la derecha, pasar unas cuantas curvas más (hay algunos tramos cruzados que hacen la marcha un poco dificultosa) y después bordear la margen inferior del bosque hasta llegar a una bifurcación: aquí, girar a la izquierda y continuar hasta la alzada de Combe German. Remontar la breve pendiente que está a la derecha de la alzada y después girar a la derecha hasta llegar a las ruinas de Plan Bois. Tras dejar atrás los caseríos, se entra de nuevo en el bosque hasta cruzar la pista que procede de Essanaz. Girar a la derecha, abandonando las señales por las raquetas, y continuar por un trazado casi plano hasta la alzada de Menouve. Tras esta, viene el tramo más escarpado de todo el itinerario. Remontar una pendiente breve pero escarpada que permite llegar a la carretera rural, desde la que se puede ver la cercana alzada de Tracaoudette. Realizar después un recorrido libre en dirección a la alzada describiendo una larga diagonal hasta llegar a Tracaoudette. Desde la alzada, continuar por la pista y dejar atrás el tramo más problemático del itinerario: hay que cortar pendientes bastante escarpadas que hacen necesario que el manto nevoso sea estable; además, las acumulaciones eólicas hacen el tránsito un poco más laborioso. Tras superar el tramo difícil, acercarse a las ruinas de la Tsa de Menouve: remontar el cañón avanzando hacia el fondo, donde se destaca ya el paso Nord de Menouve. A continuación, girar ligeramente hacia la izquierda para remontar las últimas pendientes antes de la meta final. Después de haber cruzado varias veces la carretera rural, se llega primero a algunas ruinas que están bajo la alzada y después a la Tsa Nouva.

Continuar por la carretera nevada por la que está prohibido el paso de vehículos; recorrer algunas curvas hasta llegar a unos edificios característicos: girar a la derecha, ignorando el “Percorso natura” que continúa recto. Continuar por la pista que atraviesa un espeso bosque de alerces; tras un tramo de ligera pendiente, se llega al desvío del Cour de Ry: ignorar la carretera que baja hacia la derecha y continuar por la pista hasta salir del bosque; pocos minutos después, se llega a los caseríos de Vercosa.
Tras dejar atrás Vercosa, la pista se dobla ligeramente hacia la izquierda para subir después por un rellano que está bajo el Alpe Crotal. La carretera, con una serie de pequeñas curvas, supera la alzada y llega a la ladera del valle de Gressoney: interesantes vistas panorámicas de las Dames de Challand. Tras un tramo rectilíneo se dobla a la derecha, llegando finalmente al pueblo de Leretta.
Sin bajar a los edificios que están debajo, girar a la izquierda remontando un pequeño pasto en las inmediaciones de una pequeña casa de piedra. Poco después, se entra en el bosque de alerces y, desplazándose hacia la izquierda, se llega a la base de la “cresta” de la Leretta: aquí hay que recorrer una diagonal bastante inclinada (prestar atención si la nieve está helada) y salir a la cresta de la cima de Punta Leretta.

Tras dejar el coche, continuar por la izquierda por la carretera nevada, que, tras unos minutos de camino, gira a la derecha: ante nuestros ojos surge inmediatamente la Pointe de Chaligne y sus invitadoras pendientes. Remontar la pista hasta una bifurcación: girar a la izquierda siguiendo las indicaciones del sendero 3A. Remontando la amplia pista, se llega rápidamente a la alzada de Mendey; sortearla dando un giro hacia la izquierda y continuar por la pista hasta llegar a una bifurcación: girar primero a la derecha y, unos treinta metros más adelante, a la izquierda, enfilando un camino de herradura bien visible.
El trazado remonta la pendiente bordeando unos cuantos alerces aislados hasta llegar de nuevo a la pista que pasa bajo la alzada de Roncaille. Retomar la pista que pasa bajo la alzada para abandonarla unos 150 m más adelante; entonces hay que volver a subir hacia el oeste, dejando atrás la pista que se desvía hacia la izquierda. Poco después se entra en el bosque de alerces y abetos rojos; remontar un pequeño cañón manteniéndose a la izquierda hasta llegar de nuevo a la carretera rural nevada. Atravesar por primera vez la carretera y continuar en dirección sur; hay que cruzar la carretera otras dos veces. La subida se vuelve más suave hasta confluir por última vez con la carretera que lleva a la alzada: desde aquí se puede ver la meta. Unos pocos minutos después, se llega a las alzadas y el refugio Chaligne.

Subir por la carretera que, dando varias vueltas, va ganando altura mientras corta el escarpado escalón rocoso, en la estrecha entrada del cañón de Scheity. Tras aproximadamente 1 hora, se llega a la entrada de un camino de herradura (identificado con una A sobre fondo amarillo). Continuar por el camino de herradura hasta llegar, en breve, a los asentamientos walser de Tschukkjni y Benecoadi: la subida se atenúa y la ruta sale del bosque.
Tras ignorar un desvío, continuar subiendo la cuesta por entre alerces poco espesos y manchas de tronco bajo; tras algunas vueltas, se continúa por media ladera en dirección sur hacia la meta. Se atraviesa otro pequeño núcleo de población, se encuentran nuevas barreras que facilitan la orientación y se remonta la última cuesta para llegar frente a los espectaculares “rascard” de Bühl: girar a la izquierda y llegar poco después a la característica iglesia de San Grato - Chröiz (1667 m).
El descenso se realiza por la carretera agrícola que arranca a la altura del último caserío en lo alto del pueblo. Seguir la pista hasta llegar al punto de partida.

Desde Vieux, circular por la carretera asfaltada hasta llegar al desvío para Chamois: ignorarlo y continuar por la carretera; tras una amplia curva a la izquierda, se llega a una barrera que indica el comienzo del tramo con raquetas de nieve. Remontar la carretera que lleva al Col Pilaz a través de un bosque de abetos que, ocasionalmente, permite disfrutar de interesantes vistas del Monte Zerbion y el Mont Tantané. Tras dejar atrás un tramo de carretera ligeramente más escarpado, el trazado continúa por un tramo casi rectilíneo; se trata de la divisoria con el municipio de Chamois. Por momentos, entre las ramas de los abetos, se vislumbra la inconfundible silueta del Cervino. Tras dejar atrás el punto de mayor altura (2005 m), comienza el descenso hacia una bifurcación: ignorar la carretera que continúa en línea recta ante nosotros y girar a la derecha para continuar bajando hasta el Paso Pilaz (1975 m). Comenzar la bajada, dejar atrás algunas cabañas características a la derecha y continuar por la pista de fondo. Tras un primer tramo que desciende, el trazado se dirige hacia el lago Croux, hacia la izquierda, al que se llega sin haberlo visto antes. Dejar a la derecha las cabañas que están junto al lago y terminar el descenso enfilando la pista rural: tras un primer desvío en el que hay que girar a la derecha, realizar una larga diagonal hasta llegar a una alzada y un segundo desvío: aquí hay que girar a la izquierda. Aquí, el itinerario llega a su fin. Por debajo, se ven ya los remontes y la iglesia de La Magdeleine; tras dos curvas, se llega al final de la carretera con la prohibición de acceso y termina la nieve. Desde aquí hay que dirigirse a las casas de Artaz y, finalmente, al punto de partida, cerrando así el círculo.

Continuar por la carretera rural que lleva a las alzadas. Atravesar los pastos de Challancin y, con tres amplias curvas, llegar a la altura de las alzadas de Ponteilles. Continuar a lo largo de la carretera y, unos 150 m más adelante, se llega al desvío de Col de Bard: girar a la derecha sin haberse olvidado de disfrutar antes de las vistas del Mont Blanc.
Subir por la carretera rural que se adentra en el espeso bosque de abetos y llegar a Arpilles: desde aquí sale un sendero que se adentra por media ladera en el bosque. Tras un primer tramo bastante suave, se comienza a remontar la divisoria con la Comba di Vertosan; continuar por el espeso bosque, desde el que ocasionalmente se puede disfrutar de interesantes vistas panorámicas de las cimas que se encuentran sobre el Envers de Morgex: del Mont Colmet al Mont Crammont. Tras dejar atrás un claro del que salen otros trazados que se dirigen a la cima de la cuesta de la Punta Fetita, continuar por media ladera y entrar de nuevo en el bosque. Tras unos 15 minutos, el trazado se vuelve más escarpado y, tras algunas curvas, gana altitud. A continuación, la marcha continúa sin subir excesivamente y, una hora y media más tarde, se llega al Col de Bard: desde aquí arriba se puede observar la Comba di Vertosan, que está más abajo. Ignorar el sendero que se dirige a la Punta Fetita y continuar hacia la derecha poniendo rumbo al Court de Bard, en un ambiente verdaderamente sugerente. Avanzar primero bajando ligeramente y después con una suave subida hacia nuestra meta: resultan notables las vistas de las cimas circundantes, desde la Grivola al macizo del Mont Blanc. Tras una media hora de ensueño, se llega a la cima roma del Court de Bard (2261 m).

Desde el último de los aparcamientos, continuar, con las raquetas en la mano, durante unos 150 m hasta encontrar una carretera rural que gira hacia la derecha: desde aquí, ponerse las raquetas de nieve.
El primer tramo, que sube ligeramente, avanza casi en línea recta hasta la cabaña de La Lié. Desde la cabaña, el recorrido comienza a ganar altura con una serie de curvas que recorren un hermoso bosque de alerces y abetos rojos; durante la subida, se pueden ver algunas cabañas remodeladas, mientras que de frente aparece la imponente silueta piramidal de la Aiguille de Chambave. Dejar atrás algunas pistas que se encuentran a la derecha y ganar altura hasta llegar a los 2000 m en las inmediaciones de Plan Bellard. Ahora el bosque se hace menos espeso y se llega a los pastos nevados que están bajo la alzada: unos pocos minutos más y se llega a Les Ors desot.
Tras dejar las alzadas, girar hacia la derecha hasta llegar a la pista de la carretera rural: continuar en dirección nordeste hacia la Tête des Fra y atravesar por media ladera una pendiente hasta llegar al espléndido círculo nevoso que está bajo el Col Fetita. Remontar la hermosa pendiente nevada manteniéndose ligeramente a la derecha del declive del arroyo Pissorio. A lo largo de la subida se puede disfrutar de vistas privilegiadas de las afiladas cumbres de la Grande Rochère y la Aiguille de Bonalex. Recorrer la amplia extensión nevada hasta el pie de la subida al Col Fetita (este tramo solo se puede recorrer si las condiciones del manto de nieve son excelentes); aquí, girar hacia la izquierda y recorrer la distancia casi plana que nos separa del Tramail des Ors.

En Pierre Carrée (Pera Carà) se llega a una bifurcación con una señal: seguir las indicaciones para Crétaz, sendero 2b, y tomar durante un breve tramo una carretera asfaltada. Al pasar cerca de un panel explicativo con las indicaciones del itinerario invernal, se llega al cartel de prohibición del tráfico y hay que ponerse las raquetas. Remontar la pista nevada inmersa en el hermoso bosque de alerce y abeto rojo. A lo largo del camino, se pueden ver algunos paneles explicativos que narran algunos aspectos del excursionismo de invierno: desde la naturaleza hasta las precauciones que hay que adoptar. Subir por la pendiente con una larga serie de curvas que, sin embargo, hacen más llevadera la pendiente. Lentamente, se va saliendo del bosque hasta llegar al espacioso claro en el que se encuentran los caseríos de Villaret. Poco después, se describe una amplia curva hacia la izquierda y se recorre un largo tramo casi rectilíneo hasta llegar al pequeño pueblo de Cretaz.

Desde el aparcamiento, seguir las indicaciones para el lago de Arpy. Adentrarse en el bosque de abetos hasta llegar a la bifurcación que está entre los senderos 15 y 16: continuar por el 15, a la izquierda, siguiendo el sendero de verano hasta el lago de Arpy.
Continuar bordeando el lago nevado por la derecha comenzando a subir a media ladera por entre los alerces poco espesos. Sin recorrido obligado, siguiendo el trazado cuando sea visible, remontar una primera pendiente bastante escarpada. Llegar a una hermosa meseta desde la cual se puede vislumbrar ya la meta, atravesarla con suaves subidas y bajadas al tiempo que se disfruta de todas las sensaciones agradables que provoca el caminar en invierno, hasta afrontar la última pendiente antes del paso. Remontar la divisoria dando algunas vueltas hasta las fortificaciones, normalmente sepultadas por la nieve: tras un breve esfuerzo, se llega finalmente al Col de la Croix.

El recorrido ha de realizarse durante la primavera, siempre y cuando el manto nevoso sea perfectamente estable.