Verano

Os encontréis en Val d'Ayas o en el valle de Gressoney, en verano, las montañas que se perfilan hacia el cielo capturarán siempre vuestra mirada.

Llegar allí arriba no es tan difícil: subidas como el Castore, la Pyramide Vincent o la Punta Gnifetti no presentan dificultades técnicas y la asistencia de un guía alpino será la garantía del éxito para una excursión destinada a dejar un recuerdo indeleble.

Sin embargo, también en cotas inferiores hay oportunidades para bonitos paseos hacia los muchos lagos, los pasos muy panorámicos o las cascadas de Niel o de Loo.

Un recorrido muy sugerente y adecuado para todos es el del Ru Courtaud, un canal de riego construido ya en el medievo; se coge en las inmediaciones de Antagnod y a lo largo del recorrido se encuentran algunas casas rurales  donde reconfortarse.

En ambos valles son numerosos los paseos hacia los asentamientos walsers: metas privilegiadas son, en el Val d'Ayas, las aldeas de Mascognaz, France, Le Crest y Cunéaz o, en el Valle de Gressoney, Alpenzu Grande o el Cañón de San Grato en Issime, enteramente punteado de viviendas típicas todas muy bonitas.

Un trekking fascinante es el Gran Sendero Walser , que permite recorrer la ruta trazada por las poblaciones alemanas durante sus migraciones.

Para los amantes de otros deportes hay verdaderamente una gran variedad de opciones: el golf con un campo de práticas en Périasc y un club de 9 hoyos en Gressoney, la pesca deportiva en la reserva del embalse hidroeléctrico de Brusson y en los numerosos lagos alpinos, el parque de aventuras de Champoluc, la escalada en algunas paredes preparadas de Extrepieraz, las vías ferratas de Gressoney-La-Trinité y de Gressoney-Saint-Jean y la pista de mountain bike (downhill) de Punta Jolanda en Gressoney-La-Trinité.

Invierno

¿Qué territorio elegir para un bonito día con los esquís, el del Val d'Ayas o el de Gressoney? La respuesta es simple: «¡Ambos!».

El territorio del  Monterosa Ski une, de hecho, no sólo Ayas y Gressoney, sino también Alagna Valsesia, por un total de 180km de pistas, que llegan a los 2700 metros del paso de la Bettaforca, a los 2900 metros del paso de los Salati y a los 3200 metros del glaciar de Indren.

Las pistas, casi todas con instalaciones de nieve artificial e idóneas para todos los niveles de habilidad, incluidos algunos espectaculares itinerarios fuera de pista, satisfarán todas las espectativas, incluidas las de los snowboarders, para los que hay zonas equipadas, y las de los niños, para los que no faltan los baby snow parks. Áreas más pequeñas y más tranquilas se encuentran en Antagnod y en Estoul, en el Val d'Ayas.

En el valle de Gressoney hay otra oportunidad, ofrecida por las instalaciones de Weissmatten, en el Municipio de Gressoney-Saint-Jean, donde una pista, que en 2009 fue votada la pista más bonita de Italia, recuerda al joven esquiador Leonardo David.

Los dos valles ofrecen también la posibilidad de practicar el esquí de fondo: el Val d'Ayas propone algunos anillos en torno a Champoluc, a Périasc y a Barmasc, y pistas más largas y arduas en Brusson, a menudo sede de competiciones de la Copa del Mundo de esquí nórdico y biathlón.

En el Valle de Gressoney se puede elegir entre los dos anillos de Gressoney-La-Trinité o de Gressoney-Saint-Jean, en los que se celebra en enero la competición de gran fondo Monterosalauf.

Al final del invierno, con cadencia bienal en los años impares, se disputa la espectacular carrera de esquí alpinismo "Trofeo Mezzalama", que lleva a los concursantes de Cervinia a Gressoney con un itinerario que supera los cuatromil metros de cota.

No se pueden olvidar los paseos con raquetas, la escalada sobre hielo y un “must” para esta zona: los fuera de pistas, el esquí alpinismo y el heliesquí.