Como todos los frutos secos, la nuez tiene un alto valor energético, y sus grasas, principalmente poliinsaturadas, están indicadas para la prevención de patologías cardiovasculares y tumores, y para la reducción de los niveles de colesterol. Preciosas, de sabor inconfundible, son una verdadera delicia que se puede utilizar para preparar dulces o para combinar con los quesos locales.

En el Valle de Aosta, el consumo de nueces nunca ha sido abundante: se utilizaban fundamentalmente para producir aceite, un condimento que en los siglos pasados se empleaba con frecuencia, pero que, con el transcurso del tiempo, bien debido a la gran cantidad de frutos necesarios para obtener pocos litros del producto o bien debido a la introducción de nuevos sabores en las mesas, ha ido perdiendo un poco de presencia. Sin embargo, desde hace algunos años en la región se trabaja para preservar la memoria y habituar de nuevo a los expertos a usarlo.