En la pedanía de Verval hay dos puentes que, a pesar de su origen medieval, son conocidos como puentes romanos y que merecen una visita. Están construidos en forma de “lomo de caballo”. Resultaban de especial importancia para esta economía rural, pues permitían el paso de hombres y animales comunicando el “envers” con el “adret” (es decir, las dos laderas del valle).