Peaje de la autopista de Châtillon; después, continuar hacia Valtournenche. En Antey-Saint-André, girar a la izquierda en dirección a Torgnon. Tras dejar atrás la capital de Mongnod, desviarse a la derecha en dirección a Chaté.

La Punta Tsan, con su forma de aguja afilada, domina Torgnon y es una montaña que se distingue fácilmente ya desde el fondo del valle: se yergue sobre una zona de pastos muy sugerentes, uno de los lugares alpinos más sugerentes del Valle de Aosta.
El gneis de la cresta este de la Punta Tsan es muy sólido y, por lo tanto, ofrece una escalada segura y de mediana dificultad. La vía que se describe aquí –remontada en 1896 por Guido Rey– es la más frecuentada y está totalmente equipada.

Primer día
Tras las pedanías de Pecou y Chaté, enfilar a la izquierda el camino de herradura que sube hacia el norte y que pasa junto a una capilla, situada en posición dominante. Bordear una formación característica de 1845 m de altitud y después subir a la alzada de Châtelard (1891 m), en la que se encuentra la carretera de tierra procedente de Septumian. Continuar por el trazado que discurre en el bosque hasta llegar al estanque de Loditor (1900 m). Aquí, hacia la izquierda, se desvía un sendero que sube por encima de la formación de 2107 m de altitud y que, después de un tramo plano, llega a las inmediaciones de las ruinas del antiguo hospicio de Château. Aquí se entra otra vez en una carretera de tierra que hay que seguir hasta su término, donde se encuentra un sendero que sube a la alzada Grand Drayère (2350 m). Después, girar a la derecha para remontar una pendiente herbácea. Llegar a una meseta y salir de ella rápidamente para subir por una escarpada pradera; al llegar a lo alto de esta, dirigirse a la izquierda para remontar una pendiente detrítica que desemboca en la cuenca que está ante el campamento Rivolta, al que se llega rápidamente.
Segundo día
Desde el campamento, llegar hasta el Col de Fort (2906 m), donde, a la izquierda, comienza la cresta de la Punta Tsan. Tras los primeros pasos, se encuentra una placa que se puede escalar fácilmente para continuar, sin especiales dificultades, hasta el final del primer salto. El siguiente tramo plano lleva al pie del segundo escalón, que hay que abordar a la izquierda subiendo por una placa inclinada hacia la derecha que lleva al filo de la cresta. Después, se curva hacia la derecha, permitiendo acceder a la ladera norte, en la base de hermosas placas compactas. Estas han de ser remontadas escalando con dos longitudes de cuerda hacia la izquierda, hasta la base del camino Maquignaz, de paso obligado para llegar a la cima del segundo salto. La ruta recorre después un nuevo tramo plano que lleva a la base del tercer salto: remontarlo a través de un gran diedro que termina a pocos metros de la cumbre.
Descenso: bajar por una pendiente el tercer salto hasta llegar a la base. Desde aquí, llegar hasta una serie de señales de piedra que permiten tomar un canal diagonal hacia la ladera sur. Bajarlo, siguiendo siempre las señales, hasta la base del segundo salto. Después, continuar por el pedregal hasta llegar a la cuenca que está por encima del campamento Rivolta. Desde aquí se entra de nuevo en el itinerario de subida.

La actividad requiere experiencia de alta montaña y es aconsejable ir acompañado por un guía alpino.