Estación de peaje de Pont-Saint-Martin. Seguir las indicaciones a Gressoney. No bien se llega al pueblo de Gressoney-Saint-Jean, es posible aparcar en el amplio espacio delante de la iglesia y del cementerio.

El itinerario es muy agradable tanto por el ambiente como por la inteligencia del trazado. Se realiza una escalada bastante aérea sobre el espolón rocoso que domina el valle y el espléndido lago. Los escalones no se dan por descontados y están bien emplazados según la lógica de los escaladores. Se dan todas las premisas para pasar un hermoso día caracterizado por un alto nivel técnico.

Desde el aparcamiento cruzar la calle y entrar en el centro del pueblo. Cruzar el burgo hasta el área verde a la izquierda. En el centro de ésta se encuentra el lago Gover. Seguir la margen derecha hasta ver un cartel cerca de una calle privada que se dirige hacia la morena que baja del espolón dominante. Continuar por esa calle siguiendo lateralmente las vallas hasta llegar a un sendero que sube hacia la izquierda, bordeado por una empalizada de madera. Continuar hasta cruzar un sendero que sube al bosque (cartel de madera que indica la vía ferrata). Este sendero trepa escarpado por entre la vegetación (señal de itinerario 4a rojo o amarillo y sellos amarillos) hasta llegar a otro sendero (señal de itinerario 15) donde hay una gran roca. Continuar hacia la derecha en falso plano para alcanzar rápidamente la morena grande. Sobre el sendero, a la izquierda, hay un cartel que indica la vía ferrata José Angster. Subiendo hacia la izquierda desde el cartel, las piedras graníticas conducen a un mini chalet. Hay algunos sellos amarillos, pero no es obligatorio seguir ese recorrido. Desde la construcción, seguir a la derecha 7-8 m hasta llegar a un sendero que hay que tomar hacia la derecha y que conduce a la vía ferrata José Angster. Se sube por una serie de placas graníticas abatidas, claveteadas, con escalones y manijas en “U”. La distancia entre los anclajes requiere una óptima técnica, o resistencia. Después de la primera secuencia se llega al plano horizontal situado en la mitad de la pared y a los cables de la vía ferrata dei Bambini, que suben hacia la izquierda. Continuar verticalmente y entrar en un diedro, desde donde se ven algunos techos a la izquierda, para llegar a la salida en desplomo con un mini atajo a la izquierda. Se llega a una pequeña alcoba con una virgen debajo de un triángulo transparente. Hay una pasarela suspendida en el vacío para quienes deseen detenerse unos minutos. Se continúa sobre el espolón, con algunos tramos de terreno, y se llega a la última placa, que sale a la cumbre herbosa, a pocos metros de la bandera italiana. Desde la cima se continúa, superando un refugio característico, cruzando un sendero que conduce al bosque. En pocos pasos se supera la salida de un canal y se continúa en bajada por trazados evidentes, un poco irregulares. Seguir las breves curvas cerradas hasta cruzar un trazado a la izquierda que, primero en falso plano y luego en bajada, intercepta unos cables debajo del espolón. Se trata de la vía ferrata dei Bambini. Es posible descender con atención por ésta o bien continuar por el sendero a la derecha. Ambos conducen a la base de la pared.
Para recorrer la vía ferrata con mayor seguridad se recomienda ir con un guía alpino.