Dedicada a Casimiro Thérisod, el primer guía de montaña del valle de Rhêmes, la vía ferrata serpentea a lo largo de un recorrido con una sugerente vista panorámica. Garantiza diversión para todos gracias a las diversas combinaciones posibles de los pasajes de este emocionante itinerario equipado. No será difícil ver marmotas, rebecos y cabras montesas saltando entre las rocas y en ocasiones hasta el águila y el quebrantahuesos dando vueltas en el cielo.

Camino de acceso (10/15 minutos a pie): Salida desde el pueblo Chanavey. Tomar el camino hacia el Col Cussunaz. A los 300 metros se toma un desvío a la izquierda ya los 200 metros se llega al inicio de la vía ferrata.

Siguiendo el camino de acceso, se llega a una primera pared vertical (80 m.) con algunos pasajes en voladizo. Tras el primer camino se llega a una vía ferrata articulada y fácil. Siguiendo un puente tibetano, otros cinco minutos de camino y una vía de escape. En el recorrido hay una segunda pared de otros 100 metros, fácil de exponer, y una salida lateral con un pequeño tramo de vía ferrata en descenso. Finalmente una vía ferrata llana panorámica y el camino llano final.