Peaje de la autopista de Aosta; enfilar el túnel en dirección al Gran San Bernardo. Antes de la entrada del túnel, tomar a la derecha la carretera del Colle del Gran San Bernardo, dejar atrás la aldea de Saint-Rhemy y continuar hasta el paso. Dejar atrás la aduana hasta llegar al hospicio.

La Grande Chenalette es una punta muy austera que, inmerecidamente, pocos visitan. La ruta sale del paso del Gran San Bernardo, en el magnífico lago, y recorre el límite entre Italia y Suiza en un ambiente verdaderamente sugerente. En poco tiempo se llega a un ambiente de alta montaña.

Para ir de los aparcamientos al paso, hay que subir por la carretera asfaltada de la izquierda antes de llegar al paso propiamente dicho y, finalmente, al museo y al histórico criadero de perros. A la izquierda del edificio se bifurca un camino de herradura, que, unos cincuenta metros más tarde, llega a la vieja estructura del teleférico. El trazado continúa por la derecha, bien visible y señalizado con flechas blancas. La subida se realiza en una atmósfera muy severa, dejando atrás algunos prados a la izquierda y rodeando después algunas agujas rocosas a la derecha. Después, el objetivo es llegar a la estación aérea de llegada del Hospicio, situada a 2770 m.
Continuar subiendo por la derecha (indicación “Ferret” en rojo) por un sendero y detritos, siempre por el trazado señalado por flechas acompañadas por tres triángulos de peligro. Al llegar al tercero, se podrá ver también una escalera metálica que franquea una subida y lleva a un cable. Una segunda escalera lleva a unas pequeñas rocas inclinadas que permiten salir a la divisoria. Continuando algunos metros hacia la izquierda, se llega a la cumbre de la Grande Chenalette, señalada con un palo metálico. Al comienzo de la temporada, la zona de detritos es un gran nevero al que hay que prestar mucha atención. La dificultad de la vía llega al menos al PD. La bajada se realiza por la misma ruta de subida.