En la carretera nacional nº 26, a la altura del pueblo de Avise, en el lugar donde hoy existe un túnel, la antigua calzada romana de las Galias se enfrentaba a un temible estrechamiento que la ingeniería romana resolvió cortando la roca: el estrechamiento de “Pierre Taillée”.

El lugar era también apto para el control militar; por ello, por encima del túnel, se pueden distinguir todavía los restos de fortificaciones que jugaron un importante papel durante las invasiones francesas de 1691 y de 1704-1706.