El castillo permanecerá cerrado del 4 al 11 de noviembre de 2024

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Al contrario que los demás castillos construidos con finalidad bélica y defensiva, Fénis no está situado en la cumbre de un promontorio, sino en una pequeña colina. En realidad, su función, en contraste con su equipamiento defensivo, era únicamente la de actuar como residencia de prestigio de la familia Challant.
Las numerosas torres del castillo, que se funden en un conjunto arquitectónico de sorprendente armonía, fueron añadidas en torno a la mitad del siglo XIV por Aimone de Challant al torreón ya existente, que durante el siglo anterior había sido residencia del vizconde Godofredo II. El castillo perteneció a los señores de Challant de la rama de Fénis hasta 1716, momento en el que fue cedido al conde Baldassarre Castellar di Saluzzo Paesana. A continuación vino un período de abandono durante el cual el fuerte fue transformado en vivienda rural. Las salas de la planta baja funcionaban como establos, mientras que el primer piso fue transformado en henar. Fue adquirido en 1895 por Alfredo d’Andrade, que comenzó un proceso de restauración terminado por Mesturino. Hoy en día el castillo es propiedad de la administración regional.

Tiene una planta pentagonal y sus esquinas presentan torretas de sección circular; la arista sudoeste tiene una torre maciza y la arista sur, una torre de planta cuadrada. El torreón está rodeado por una muralla doble con torretas de guardia unidas por un camino de ronda. Al fuerte se accede pasando a través de una torre cuadrada que tenía un rastrillo para bloquear la entrada en caso de peligro. El patio interior, con su escalón semicircular y las balconadas de leño, está decorado con preciosos frescos que representan a san Jorge matando al dragón y un grupo de sabios y profetas, esquinas de papiros en las que se pueden leer proverbios y sentencias morales en francés antiguo, mientras que en la pared oriental están representados la Anunciación y san Cristóbal. Las imágenes se atribuyen a un pintor cercano a la escuela de Jaquerio y datan del 1425-30. En la planta baja se pueden visitar la sala de armas, el comedor, la despensa, la cocina, el estudio y la tesorería. En el primer piso, resultan dignas de mención la capilla, con la sala de representación adyacente, y las habitaciones de los condes.