Dedicada a San Roque, es la más antigua del pueblo. Según documentos notariales se fundó el 7 de junio de 1672 por iniciativa de Michele Messelod; se trata de una construcción de dimensiones relativamente contenidas.
La fachada externa presenta tres pinturas: a la izquierda está representado San Roque con el perro que le llevaba el pan, en el centro Jesús Crucificado, y a la derecha San Sebastián, atravesado por flechas. Todo ello coronado por el símbolo de la Divina Trinidad y la inscripción “año 1827” (época correspondiente a una restauración significativa).
En el interior hay un retablo de altar de 1673 que representa a la Virgen con los santos Roque y Sebastián a uno y otro lado. En el medio de la capilla, sostenido por la viga de cadena, destaca un gran crucifijo de madera en el cual Cristo aparece sangrando en todo el cuerpo, conforme a la devoción habitual de aquel tiempo. Dos pequeñas estatuas de madera parcialmente doradas representan un santo y una santa no identificados