Situada en una posición panorámica y dominante, la capilla de Châtelard dedicada a San Grato se asoma sobre la parroquia entera, como para protegerla. Segun la tradición popular, San Grato es el protector de los pueblos y de los campos cultivados, invocado en particular contra las calamidades naturales y el granizo. El edificio actual ya existía en la segunda mitad del siglo XVIII y fue reconstruido en el 1718 por voluntad del cura Borine, con la contribución del ayuntamiento.
Para hacer un paseo fácil, el monte Châtelard ofrece una ruta ideal. Desde la aldea Châtelard se puede caminar a lo largo de un sendero no siñalizado pero muy bien visible, hasta llegar a la cima panorámica. Aquí los Alpini pusieron una estatua de la Virgen, al punto de llegada de la ruta: es un lugar muy sugestivo, desde el que hay una vista maravillosa sobre Torgnon, el Valtournenche y la vaguada. Cada año, en el mes de junio, se celebra aquí una misa al aire libre, en la tranquilidad de la montaña.