Mientras que su posición geográfica, a 2000 metros de altitud, le ha valido el título de Festival más alto del mundo, sus características y propósitos lo convierten, junto al Festival de Trento, en la principal realidad íntegramente dedicada al cine de montaña en Italia. Desde su primera edición en 1998, es la montaña la verdadera protagonista, pero la montaña también es el “pretexto” para abordar temáticas estrechamente vinculadas a ella: el ambiente, el clima, la aventura, el deporte, la cultura y la historia. Entre los distintos premios en las distintas categorías, el CAI, Club Alpino Italiano, asigna aquel destinado a la mejor película de alpinismo.