El Gran Paradiso es la montaña más alta de los Alpes Graianos y el único “cuatromil” situado completamente en territorio italiano. La cima más alta (4.061 metros) fue alcanzada por primera vez el 4 de septiembre de 1860 por los ingleses Dundas y Cowell y los franceses Payot y Tayrraz.
La población de Pont, en el fondo de la Valsavarenche, es el punto de partida natural de esta interesante subida: tras pernoctar en el Refugio Vittorio Emanuele, al que se puede llegar por un cómodo sendero pisado, es necesario subir por la ladera oeste, primero por un pedregal y después por el glaciar, hasta llegar unos pocos metros más abajo de la Madonnina de la cumbre; para llegar junto a esta es necesario superar un paso en desplomo sobre el glaciar de la Tribolazione. Este es el principal glaciar del macizo del Gran Paradiso, situado en la ladera septentrional, en el amplio circo que se abre bajo la cima más alta, en la cabeza de la Valnontey (Cogne). Este paso es la única dificultad de la ruta, que, por lo demás, es simplemente una caminata.
Desde la Madonnina, situada en lo que parece ser la cima (aunque la verdadera cumbre, solo un poco más alta, está, en realidad, situada al norte), se disfruta de un panorama extraordinario, dominado por el imponente arco de los Alpes Piamonteses, pero que abarca hasta el Argentera y más allá, a través del Monviso.
El Gran Paradiso da también nombre al parque nacional, creado en 1922 y célebre por ser el hábitat preferido de las cabras montesas; precisamente para preservar a estos animales se creó el área protegida en 1922, por iniciativa del rey Vittorio Emanuele II. Además de la cabra montesa, el Gran Paradiso es también el reino del águila real y la marmota.
Pero la cumbre no solo es frecuentada en verano: en efecto, sus pendientes son también escenario de la práctica del esquí alpino.