En el centro histórico de Antagnod está situada una de las más hermosas casas rústicas de todo el Valle de Aosta: la famosa “Maison Fournier”, todavía magníficamente conservada. Se trata de una pequeña casa fuerte que fue propiedad de los condes de Challant.
El edificio, que conserva en el lado de la carretera un hermoso balcón de madera sostenido por saetones, tiene a su lado una torre cilíndrica con escalera interior, con tres ventanas superpuestas decoradas con el motivo de quilla al revés. A mediados del siglo XV, vivía aquí el castellano de los Challant. Una curiosidad: la zarpa fijada al balcón, según se dice, es la del último ejemplar de oso abatido en el valle durante el siglo pasado.
Hoy la casa es sede del Istituto Valdostano del Artigianato Tipico.