Por la carretera del Val Veny, con el glaciar de la Brenva como paisaje de fondo, se encuentra esta capilla, antiguamente dedicada a la Vierge du Berrier, hoy dedicada a Notre-Dame de la Guérison. El santuario se erigió en 1792 sobre un montón de piedras (“berrier” en patois, que significa roca, piedra). En 1816 fue derribado por el inexorable avance del glaciar de la Brenva: quedó intacta sólo la estatua de la Virgen, lo cual se consideró un milagro.

El santuario actual fue edificado en 1867 y consagrado al año siguiente. La fama taumatúrgica de la Virgen ha hecho de este santuario un lugar de culto muy frecuentado. Sus paredes interiores están llenas de muletas, exvotos y dones, llevados hasta ahí por fieles que recibieron milagros.

Los Guías Alpinos de Courmayeur celebran, junto con los fieles, el 2 de julio el inicio de la temporada estival. En esa ocasión también se realiza la procesión a pie, partiendo del puente de las cabras.
Además, el 8 de septiembre los fieles llegan al santuario en romería desde distintos puntos de la zona.