La parte histórica del carnaval de pont-SAint-Martin reevoca la derrota de los salasos por obra de los romanos, y concede a los vencidos del ayer la posibilidad de una revancha en una "carrera de carrozas" en la que los autóctonos se enfrentan con los invasores.

Otra parte del carnaval se inspira en la leyenda de la "Ninfa" del Lys, el torrente que cruza el pueblo: indignada con los habitantes, la ninfa habría hecho desbordar el torrente con la intención de destruir el pueblo. Sin embargo, cuando la crecida estaba por alcanzar el puente romano, las súplicas del pueblo lograron que se plegara y fuera más allá, sin causar daños. La interpretación del papel de la Ninfa es para las jóvenes del pueblo un honor que no olvidan por el resto de su vida.

La noche del martes de carnaval, en la única arcada de este puente se cuelga una efigie del diablo para luego quemarla con efectos espectaculares (una leyenda vinculada con el paso de San Martín de Tours por este pueblo atribuye la construcción del puente precisamente al diablo).