La cuenca de Aosta constituye la llanura más amplia de todo el terrirorio valdostano y se encuentra en la confluencia del río Dora Baltea y del torrente Buthier, su principal afluente. Aquí fue fundada por los romanos en el siglo I a.C. la antigua Augusta Praetoria Salassorum, a unos 580m sobre el nivel del mar y rodeada por un anfiteatro natural de montañas y cumbres, de la Becca di Nona, al Emilius, de la Becca di Viou a la Punta Chaligne, del Mont Falère a los glaciares del Grand Combin, de la Grivola y del Ruthor que cierran el horizonte.

La zona de la región comprendida entre Sarre e Fénis termina por parecer verdaderamente un gran libro de historia, aquí cada siglo ha dejado tesoros artísticos, iglesias, palacios y castillos… páginas de imágenes que llenan los ojos y el alma, de verdad una meta privilegiada por aquellos que quieren vivir unas vacaciones caracterizadas por la cultura, el deporte y la naturaleza: turistas y viajeros que quieren visitar monumentos y gozar de momentos relajantes e inolvidables.

A pocos minutos de Aosta, con una veloz telecabina de 8 plazas o por una cómoda carretera regional, se llega a Pila, uno de los territorios de esquí más importantes del Valle. Para aquellos que en cambio tienen la cabeza en las nubes, la visita al observatorio astronómico de Saint-Barthélémy es una cita a la que no se puede faltar.