EI boudin es uno de los grandes clásicos de la tradición de Val d'Aosta y aún hoy sigue preparándose observando escrupulosamente las antiguas recetas que han pasado de generación en generación.

Este embutido en particular se elabora con patatas que se hierven y se pelan a mano para luego dejarlas enfriar; a estas patatas se les añaden a continuación taquitos de panceta, remolacha roja (un magnífico conservante natural), especias, condimentos naturales, vino y sangre de ternera o de cerdo. Esta pasta se introduce a continuación en finas tripas naturales que se habrán cosido a mano anteriormente, y luego se cuelgan y se dejan secar durante un par de semanas.

La que antaño se considerara comida de pobres constituye en la actualidad uno de los alimentos típicos de la gastronomía de Val d'Aosta. Perfecto como entrante frío, puede servirse hervido y mezclado con patatas rojas de montaña; como alternativa, puede hornearse durante unos quince minutos, cuando aún está fresco y se convierte así en una verdadera delicia para los paladares más refinados.