Un queso delicado, de perfume intenso de leche fresca

Blanco, blando y cremoso, el reblec es un queso fresco de pequeño tamaño, que se prepara con la nata que aflora espontáneamente, a la que se añade leche cruda entera.

El conjunto se calienta a 38-39 ºC y se cuaja. Después de ser cortado e introducido en moldes, el producto se deja secar en un lugar templado entre 12 y 24 horas.

El reblec, destinado sobre todo al consumo familiar, es excelente como postre, sazonado con azúcar o canela en polvo y, para los más golosos, con una generosa lluvia de cacao.